Asociaciones de ganaderos pretenden llevar al Ministro de Consumo español ante los tribunales por decir que España exporta carne de «mala calidad». En concreto el ministro se refería a las macrogranjas, explotaciones al por mayor de animales que se están implantando cada vez más en el territorio nacional.
La entrevista fue publicada en el diario británico The Guardian y entre otras cosas dijo: “La ganadería extensiva es un medio de ganadería ambientalmente sostenible y que tiene mucho peso en partes de España como Asturias, partes de Castilla y León, Andalucía y Extremadura”.
“Eso es sostenible; lo que no es en absoluto sostenible son las llamadas mega-granjas … Encuentran un pueblo en una parte despoblada de España y ponen 4.000, o 5.000 o 10.000 cabezas de ganado. Contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados ”.
Las palabras han causado mucho revuelo, pero debemos de hacer notar que es cierto en gran medida que la calidad del producto se pierde en estas mega-granjas. Cosa diferente son las interpretaciones que queramos darle, pero el bienestar animal tiene que ver con el producto final. A nadie se le escapa que no es lo mismo el jamón de un cerdo de bellota criado en las dehesas que el de un animal que no ha visto el sol y ha sido engordado como único fin.
Los ganaderos pusieron el grito en el cielo ante sus palabras, pero lejos de arredrase Garzón ha vuelto a la carga reafirmándose en sus palabras y pidiendo reducir el consumo de carne.
Por otra parte el ministro se ha quejado de que sus llamadas constantes sobre este tema han sido constantemente burladas y rechazadas, sobre todo por sus propios socios en el gobierno. El ministro de Agricultura dijo que el sector agropecuario estaba siendo objeto de «críticas profundamente injustas cuando merecía respeto por el trabajo honesto que hace tanto por nuestra alimentación como por nuestra economía», mientras que el primer ministro, Pedro Sánchez , pareció burlarse de la sugerencia, diciendo : «Hablando personalmente, un bistec a medio cocer es difícil de superar».
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