La inversión en Barcelona y Cataluña se va, eso es algo que ya palpable; pero se va o la echan. Más bien el nacionalismo catalán ha terminado por poner en estampida cualquier tipo de inversión en Cataluña. Barcelona no es ni por asomo la ciudad que fue antaño, un lugar en donde se congregaba lo mejor de España tanto de la élite empresarial como financiera. Hoy es un solar gobernado por la secta del nacionalismo catalán que ha podrido la sociedad catalana y la ha llevado a su destrucción.
Las inversiones se van y se van principalmente a Madrid, a la capital que sí tiene una cara más amable y menos sectaria, una ciudad en donde nadie pregunta de dónde eres es un buen sitio para hacer negocio siempre. En Madrid todo el mundo es de Madrid y nadie se siente extranjero, una ciudad viva que ni de noche duerme y que es una auténtica bestia a la hora de absorber cualquier tipo de inversión. El referéndum de 2017 provocó una auténtica estampida de empresas que querían abandonar Cataluña y refugiarse en otros punto de España. De ello todavía la economía catalana no se ha recuperado y las grandes empresas siguen mirando con recelo el establecerse en territorio catalán. Tal y como indica un artículo de El Economista. «Las cifras así lo reflejan. En 2013, Madrid concentró el 62% de la inversión extranjera. En 2020, concentró el 75%. De 23.824 millones invertidos en España el año pasado, solo 2,967 millones llegaron a Cataluña, lo que supuso un retroceso del 22,7% con una también marcada influencia de la crisis internacional por el Covid.«
El penúltimo capítulo catalán ha sido la marcha de la japonesa Nissan de Barcelona, el vacío que deja va a ser difícil de rellenar. Mil quinientos trabajadores se han ido a la calle de forma directa otros miles les afectará de forma indirecta. Dicen que habrá inversión, hablan de entre 600 y 800 millones de euros en redibujar el cinturón industrial de la capital catalana. Con todo este dinero, lo que pretenden realizar en el antiguo complejo de Nissan es la construcción de coches eléctricos y reubicar al menos a 1.400 trabajadores. Esta es la propuesta que lideran las firmas QEV Technologies y Btech, y que ha avanzado este lunes los consejeros delegados de ambas empresas, Joan Orús y Rafael Ruiz, respectivamente, en una entrevista concedida a TV3. Quieren construir unos 30.000 vehículos para 2023 y llegar a los 100.000 en 2025.
Barcelona quiere reinventarse, volver a ser la ciudad que era, lo tiene difícil con la casta política que impera en Cataluña que es un fardo demasiado pesado. Son muchas las cosas que deberían cambiar en Barcelona, una ciudad en la que difícilmente ya se puede pasear por sus calles sin mirar atrás.
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